La raya viguesa es una superviviente

 In Prensa

El IEO quiere demostrar en cautividad que esta especie no muere si la devuelven al mar después de pescarla

Faro de Vigo, 13/05/18

El IEO de Vigo lleva a cabo un estudio para demostrar la alta supervivencia de la raya una vez es devuelta al mar. Esto probaría que puede ser descartada y supondría un alivio para la flota gallega de bajura y arrastre que captura la especie. Para ello los investigadores han llevado al centro de Canido casi un centenar de rayas y estudian su evolución para poder entregarlo este mismo mes a la Secretaría General de Pesca. Por el momento, los datos que manejan dan lugar al optimismo entre el sector, pero queda lo más difícil: convencer a Bruselas de que la raya puede seguir siendo un descarte de la actividad pesquera.

La flota centolleira lanza sus redes de enmalle al mar con el objetivo de hacerse con el rey de los mariscos. Cuando la levantan, además del crustáceo, pueden venir otras especies, siendo la más rentable y apetecible para el armador la raya. Tiene un buen precio en lonja y es el“complemento perfecto”para la pesquería. Algo similar sucede con el arrastre, que se encuentra la especie al levantar el copo. Es posible que,por su tamaño, a veces toque descartarla, para así también aprovechar la cuota disponible con los mejores ejemplares. Sin embargo, esta posibilidad se esfumará el próximo 1 de enero cuando entre en vigor la obligatoriedad de desembarque, la norma comunitaria que fuerza a llevar todas las capturas a puerto. La idea estremece especialmente a la bajura, pero cuentan con un aliado: el Centro Oceanográfico deVigo. Allí están finalizando estos días un estudio sobre la supervivencia de la raya con el que lograr convencer a la Comisión Europea de que la especie sea una excepción a la norma.Y por el momento, los datos son favorables.“Vemos que existe super- vivencia a medio plazo y la probabilidad es muy alta si no se manipulan mucho a bordo”, explica XulioValeiras, uno de los investigadores que lidera el estudio.

En las instalaciones del Instituto Español de Oceanografía (IEO) en Canido han llegado a traer casi un centenar de rayas para su planta de cultivo. Todas ellas proceden de un arrastrero de litoral de la Organización de Productores de Pesca Fresca del Puerto y Ría de Marín (Opromar), el Ensenada de Bueu, y del barco de bajura Chapeliño”, que pertenece al patrón mayor de la cofradía de pescadores de O Grove, Antonio Otero. Los pósitos son los que más interesados se mostraron desde un primer momento en que se lleva- se a cabo este estudio.“Creo que es una especia con una muy alta supervivencia. Así lo vemos cuan- do la soltamos al mar, pero hay que demostrarlo”, explica Tomás Fajardo, presidente de la federación gallega de cofradías.

Tanto Valeiras como otra investigadora del IEO vigués, Blanca Álvarez, están llevando a cabo un exhaustivo control sobre la evolución de los ejemplares que han sido capturados y llevados a tierra: rayas de clavos, mosaico y santiaguesa.“El experimento se hace sin comida al principio y poco a poco se les empieza a dar calamar y pescado”, comentan los investigadores del centro vigués. En unos tanques, las rayas reposan antes de ser liberadas al mar de nuevo.

Algunas rayas llevan en el centro desde el pasado 22 de marzo y continúan con vida. Otras, las menos, han muerto. El proceso no es sencillo: los científicos se embarcan y cuando los pescadores encuentran la especie, la seleccionan y se introduce el descarte en un recipiente con agua. Posteriormente se introducen en un coche, con un pequeño vivero y una botella de oxígeno hasta su llegada a Ca- nido.“Es estresante para ellas”, comentan los investigadores, que también apuntan que “algunas llegan con hematomas o heridas por las artes de pesca, pero se recuperan muy bien”.

Tanto las cofradías de pescadores como desde Opromar confían en que la raya sea eximida de la norma de descartes, que entra en vigor el próximo mes de enero, por alta supervivencia.“Es algo muy importante para nosotros. Solo en una semana se pueden llegar a pescar tres o cuatro toneladas de raya en aguas de Portugal”, comenta el gerente de los armadores de Marín, Juan Martín Fragueiro. Fajardo, por su parte, comenta que en el caso de la bajura “sería deseable que fueran más” los especímenes analizados (llevan un total de 21), pero reconoce “la dificultad que hay en la captura es por el espacio en los barcos”.

En el centro oceanográfico vigués se marcan este mes para finalizar todo el estudio y poder presentarlo a la Secretaría General de Pesca –dependiente del Ministerio de Agricultura, Pesca, Alimentación y Medio Ambiente–, en Madrid. La idea es que a lo largo del segundo semestre del año haya noticias sobre si en la Comisión Europea se acepta la exención de esta especie por alta supervivencia. La flota respiraría aliviada y tendría un motivo más para agradecer el trabajo que se realiza desde el centro oceanográfico vigués. Fajardo lo tiene claro:“Sector y científicos, la forma de trabajar debe ser esa”.

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